Maverick Latino lanzará en DVD 'Seven Days, Seven Nights (Siete Días,
Siete Noches)', película dirigida por Joel Cano y protagonizada por
Orisel Gaspar, Antonio Cano, Eruadyé Muñiz, Ludmila Alonso Yodú e Ingrid
González.
Tres mujeres cubanas ven sus vidas deteroriarse a la misma vez. María, que vive en el campo, pierde
a su hija en condiciones poco claras. Norma, presentadora de noticias de televisión, renuncia para no dar más noticias
falsas del gobierno. Nieves, que trabaja en un matadero, es despedida y vaga por la Habana. Los destinos de las tres mujeres se entrecruzan para representar una historia tan frágil como sus vidas dentro del sistema comunista. Como en un carnaval trágico, las situaciones y los protagonistas se mueven sin parar, de bailar a pelear, de llorar a cantar, de comedia a seriedad..con la esperanza que mañana será un día mejor.
'Siete Días, Siete Noches' filmada en el 2003 es una coproducción
Cuba – Italia – Francia y estará disponible en una edición widescreen el 18 de
enero del 2005 a un precio sugerido de $19.98 USD. Incluye pista de audio 5.1 en
Español y subtítulos en Inglés.
Lea este interesante artículo que revela algunas verdades sobre la película «Siete días siete noches»
Una de sus protagonistas: *Orisel Gaspar *,residiendo en España donde este filme se estrenará próximamente.*
Joel Cano conquista París
Gracias a la película ‘Siete días, siete noches’, la crítica y el público francés descubren la otra cara de Cuba.
por EDUARDO MANET, París
Joven dramaturgo y cubano establecido en París, Joel Cano nos reservaba una sorpresa: su pasión por el cine. Aprovechando un viaje a Cuba para visitar a su familia, Cano cargó consigo una camarita digital. Llevaba también una idea precisa en su cabeza: filmar Siete días, siete noches,una película que sería la primera parte de una trilogía sobre la Isla.
¿Pero filmarla cómo, cuándo, dónde?
Pues cómo se pudiera, cuándo se pudiera, dónde se pudiera.
Escribir un guión tradicional dada la precariedad de la producción, era una misión imposible. Pienso que el hombre de teatro adaptó la técnica de la Comedia del Arte, en forma de guión. Es decir: concibió una línea de desarrollo dramático escueto, creando prototipos fáciles de reconocer; trazos rápidos para presentar en escenas cortas, dos madres, dos hijas, las amigas de las hijas, el turista y su contrapunto, el chulo.
Con la ayuda de amigos y miembros de su familia, Cano se lanzó a filmar en la calle bajo las narices de los policías del régimen. Si en La Habana la maniobra resultaba menos ardua, otra cosa sucedió en el pueblo donde vive la familia Cano. Hasta 1959 existía un personaje popular en Cuba utilizado a veces por los caricaturistas: el bobo del pueblo. La revolución inventó otro arquetipo: el chivato del pueblo. Doble tensión en el momento del rodaje: el chivato cumplió su función y el realizador tuvo que arreglárselas para, cito a Cano: «filmar y correr antes de que llegara la policía».
Esa tensión, ese miedo de finalizar tras las rejas marca el estilo de Siete días, siete noches. Todas las escenas han sido filmadas en plano-secuencia y el conjunto se presenta bajo la forma de un mosaico, un rompecabezas. Así, un personaje nos conduce al otro, una situación a la otra. De La habana se pasa al campo, del carnaval al hospital, de una casa particular al muro del Malecón, de una pelea de perros a una pelea de gallos. De un combate a puñetazos entres hombres a un «tirarse el moño» entre dos mujeres. Y así, de escena en escena o pudiésemos decir, de salto en salto, el milagro se produce. Las dificultades de la vida cotidiana en Cuba aparecen en la pantalla al desnudo, sin la menor concesión.
Cada año, miles de turistas franceses van a Cuba. Pocos regresan con una visión clara y honesta de la situación de esa pobre isla. Los clichés se acumulan.
– El pueblo cubano ama la fiesta.
– Los cubanos son dulces y alegres.
– El turista es recibido con dignidad.
La crítica y el público francés descubren, gracias a Cano, la otra cara de Cuba. Una periodista de la televisión se corta las venas después de negarse a continuar siendo la voz del régimen. El boxeador golpea a su novia por un sí o por un no, y cuando el turista (la gallina de los dólares) aparece, el boxeador transforma a su chica en jinetera. De todas maneras, Joel Cano ataca con fuerza desde sus primeras imágenes.
En el inicio de la segunda película de la Trilogía cubana, una campesina corre a pesar del peso que lleva sobre sus espaldas. Un hombre, a caballo, la persigue con intenciones de violarla. El vaquero lanza la cuerda para inmovilizar a su víctima. ¿Víctima? La mujer tira de la soga y hace caer, desvanecido a sus pies, al pretencioso aspirante a violador. Otro cliché que explota como un globo. Cuarenta y cinco años y medio después del triunfo de la revolución, la tradición machista en Cuba florece más que nunca.
El cine cubano en el exilio obtiene, gracias a Siete días, siete noches, sus primeros grandes triunfos: gran premio de puesta en escena y de mejor interpretación femenina en el festival Cinéma Tout Écran de Ginebra y Premio Globo de Oro por la mejor película en el Festival de los Tres Continentes en la ciudad de Nantes, en Francia.
¡La prensa francesa se hace eco de estos reconocimientos!
Le Monde: «Una crónica cautivante y febril»; Première: «Un filme de contrabando auténtico y libre»; Libération: «Una singular fuerza poética».
Otro milagro acontecido en la selva sin piedad de las salas cinematográficas de París es el hecho de que la película haya sido presentada en tres cines. En el prestigioso Le Latina, Cano ocupa con gran éxito, desde hace un mes, la sala Luis Buñuel. El padrino Don Luis acoge con placer al ahijado cubano, Joel.
Visite la web del fime Siete días siete noches.
http://www.7jours7nuits.com